jueves, 27 de junio de 2013

Cronicas de...Cata de Sake y Whisky japones

Fuente: Lavinia - www.sobreturismo.es
Hoy, con la mente un poco más despejada, es hora de hacer repaso de la tarde de ayer y de la cata de sake y whisky japonés a la que asistimos, organizada en la enoteca Lavinia de Madrid con motivo del Año Dual España-Japón. Ha sido bastante interesante y nos ha ayudado a conocer un poco mejor esta bebida.

No soy una persona acostumbrada a beber, y siempre he creído que sake había sólo uno (mal ejemplo de nipona de pro estoy hecha), pero me he dado cuenta de que estaba muy equivocada. En total, hemos probado siete tipos de sake diferentes y tres de whisky (todos ellos con 12 años en barrica), y aunque ni Shingen ni yo somos expertos, podemos asegurar que todos tenían matices diferenciadores.
Poco después de las siete nos plantamos en la enoteca Lavinia para disfrutar de este delicioso lícor de arroz propio de Japón. Allí, tuvimos la posibilidad de probar variedades de destilerías con tanta solera como Dewazakura, Urakasumi, Sohomare, Masumi, Rihaku o Dassai.

De todos ellos, sin duda los que más nos llamaron la atención fueron el Rihaku Dreamy Clouds, el Dassai Sparkling, y el Masumi Sanka. El primero de estos, el Rihaku Dreamy Clouds, era fácilmente reconocible por su coloración, ya que al contrario que otros sakes, era más opaco, con un color blanquecino propio de la combinación de agua y arroz.

Y si el primero entraba por la vista, el Dassai Sparkling era una sorpresa al paladar, porque es el primer sake con burbujas que hemos probado nunca. Unidle al sabor del licor una cualidad achampanada y os haréis una idea de por qué nos llamó la atención.

Sin embargo, nuestro preferido fue sin duda el Masumi Sanka, un sake suave de una de las bodegas más antiguas de Japón. Éste en concreto tenía un olor afrutado y un sabor muy delicado que nos encantó.

También probamos, como ya hemos dicho, tres whiskies de la destilería Suntory: Hibiki, Yamazaki y Hakushu. Este licor no es santo de nuestra devoción, porque lo encontramos demasiado fuerte, pero puestos a elegir uno, nos quedamos con el Hibiki, el más suave y agradable al paladar.

Después de probar todo aquello y de comer un par de lonchas de jamón ibérico para contrarrestar, salimos de la enoteca bastante felices de haber asistido. En más de un sentido. Ha sido una experiencia muy recomendable, especialmente para los amantes de la gastronomía y las buenas bebidas: que se lo pregunten a entendidos como Juan Echanove o Ricardo Sanz, chef del restaurante Kabuki de Madrid, que cuenta con una estrella Michelín.

---

Cho Sakura, para Shinano no Shiro

No hay comentarios:

Publicar un comentario